Nos
centraremos ahora específicamente en la aparición del término «psicopedagogía».
Interesa ver
dónde, cuándo y refiriéndose a qué aparece este término, y si la aparición y
uso
de las
palabras «psicopedagogía», «psicopedagógico/a» y «psicopedagogo/a» en sus orígenes
tienen que ver o no con la psicopedagogía tal como hoy la entendemos.
Para ello realizaremos una primera aproximación a
la aparición de estos términos en torno a cinco tradiciones pedagógicas: la
alemana, la anglosajona, la francófona, la italiana y la española.
La construcción del entorno psicopedagógico se
inicia en medio de las convulsiones que la instauración del método científico
provoca en todos los ámbitos de la ciencia, parece indicada una atención preliminar
a los nuevos nombres que produce la ciencia alemana en el período.
Respecto a
la tradición anglosajona, la palabra pedagogy se utilizó durante el siglo XIX por
influencia alemana. Unas doscientas universidades del área angloamericana
programaron cursos de pedagogía hasta la primera década del siglo XX, pero ya
en el entre siglo será sustituida por educación. La educacional psychology ha
tenido un enorme desarrollo durante todo el siglo XX en los ámbitos de la psicología.
Nos
introducimos ya en el ámbito francófono, básicamente Francia, Bélgica y la escuela
de Ginebra en Suiza, que es donde se observan las experiencias psicopedagógicas
más tempranas en psicometría y en educación de disminuidos psíquicos. Es aquí
donde aparecen que nosotros sepamos las primeras referencias sobre la
psicopedagogía así denominada
La
psicopedagogía en Italia
En Italia,
también hemos encontrado un uso temprano de este término en un texto de
Emilio
Galli, titulado La enseñanza Psicopedagógico de Idoneita del Instituto S.
Vicenzo
La Educación
Deficiente (Milán, 1911), donde se describe con precisión cómo debe ser
un examen
psicopedagógico, y donde aparece, por primera vez que nosotros sepamos, la figura
del profesional encargado de la realización de dicho examen, nombrado ya como
«psi-copedagogo», las cualidades del cual deben ser profunda cultura, larga y
minuciosa experiencia, fácil adaptabilidad, intuición rápida y mirada penetrante.
[...] Un psicopedagogo bien documentado debe, pues, ser el examinador, no basta
un empírico, ni siquiera un médico.
La aparición del término en España En España, al margen de las tempranas referencias en libros españoles de los ya nombrados textos de Cruchet, Persigout y Puerto, la primera vez que nos hemos topado con el término ha sido en un texto poco conocido de la pedagoga Francisca Rovira, titulado Nuevo tratamiento de la Sordera (Barcelona, 1914)6, en el que describe y propone un «método psi-pedagógico para el tratamiento de la sordera», en una clara llamada a los usos terapéuticos de la pedagogía y utilizando con cierta fluidez el adjetivo «psicopedagógico/a». Concretamente propone la utilización de «recursos psicopedagógicos para lograr la restauración la formación de una función tan trascendente como es la audición.
La aparición del término en España En España, al margen de las tempranas referencias en libros españoles de los ya nombrados textos de Cruchet, Persigout y Puerto, la primera vez que nos hemos topado con el término ha sido en un texto poco conocido de la pedagoga Francisca Rovira, titulado Nuevo tratamiento de la Sordera (Barcelona, 1914)6, en el que describe y propone un «método psi-pedagógico para el tratamiento de la sordera», en una clara llamada a los usos terapéuticos de la pedagogía y utilizando con cierta fluidez el adjetivo «psicopedagógico/a». Concretamente propone la utilización de «recursos psicopedagógicos para lograr la restauración la formación de una función tan trascendente como es la audición.
Fuentes de Consulta
UNIBA , Centro Universitario Internacional de Barcelona, 2015
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